martes, 3 de junio de 2008

El Boom de la Bailoterapia

Comunidades se ejercitan al son de la música

Sin temor a hacer el ridículo o sin tener dominio de los últimos pasos de bailes, una gran cantidad de personas se dieron cita en la cancha deportiva del sector Quinimarí, con el fin de participar en una disciplina relativamente nueva, en la que coinciden alumnos inexpertos y avanzados, y donde, a pesar de no haber un ganador, todos los asistentes se benefician con su práctica. Nos referimos a la popular Bailoterapia.


La bailoterapia nace en Caracas en los pies de Pedro Moreno, quien decide convertir el baile no sólo en una forma de quemar calorías y sentirse bien, sino en un negocio rentable al patentarlo como una marca. Actualmente son numerosos los gimnasios de todo el país que ya incluyen esta especialidad dentro de sus opciones más concurridas.

El proyecto denominado “Ritmo y Salud” patrocinado por la Gobernación del estado Táchira conjuntamente con el Instituto del Deporte Tachirense (IDT), ofreció el pasado lunes 19 de mayo una clase de esta divertida actividad en la que niños, jóvenes y adultos guiados por un instructor quien coordina los movimientos de una forma sencilla, se adaptaron al ritmo que exigía la música. Algunos asistieron con el fin de practicar un ejercicio que les brindará un satisfactorio endurecimiento y fortalecimiento de los músculos, otros movidos por el gusto a la música y varios por complacer a su pareja o a algún amigo.

La sesión comenzó alrededor de las seis y media de la tarde, hora en la que pueden llegar las personas que trabajan. Con atuendos deportivos, botellas de agua y otros implementos, poco a poco iban ingresando los participantes a la cancha. Una vez comenzada y después de unos minutos de estiramiento muscular, la música empezó a sonar y los pasos de baile se propagaron por todo el lugar.



Franklin Arias fue el instructor de la bailoterapia, con buen humor y mucho ánimo, bailaba y motivaba a los asistentes con frases jocosas como “vinimos a bailar y descargar el odio que le tenemos a nuestros maridos” o “muevan ese cu cu cu cuerpo”, mientras que estos reían y disfrutaban la jornada. Explicó que la práctica de esta actividad no se limita a beneficios del cuerpo, sino que constituye una buena terapia para generar un buen estado anímico.

Mientras iban pasando los minutos las caras sonrientes cambiaban por gestos de cansancio y el sudor producto del ejercicio se hizo presente en casi todas las personas. Aunque algunos no tuvieron la suficiente capacidad de resistir la hora y media de bailoterapia, desistiendo de la rutina y dedicándose a observar desde las afueras de la cancha, otros en cambio aguantaron eso y más, pues para la sorpresa de todos un maratón de abdominales fue el perfecto cierre de la agotadora jornada.

Una de estas valientes y atléticas personas fue Rosa Sánchez quien dijo sentirse complacida con la puesta en marcha de este proyecto que beneficia no sólo a la comunidad de Quinimarí, sino también a las aledañas como Pirineos y Pueblo Nuevo, entre otras. Agregó que este deporte es beneficioso para la salud y que puede ser practicado por toda la familia a modo de recreación.

Cuando ya finalizada la rutina, la música se había apagado y los cansados bailarines se proponían irse a sus hogares, el instructor se dirigió a los presentes con la noticia de que el proyecto se va a dejar instalado en la comunidad, y que podrían disfrutar de las clases las cuales son totalmente gratuititas todos los lunes y miércoles a las seis y media de la tarde, y los domingos a las 10 de la mañana.